lunes, 5 de septiembre de 2011

un premeditado adios

muchos en nuestra infancia necesitamos crear un amigo imaginario para mantener un equilibrio emocional y desarrollar nuestras habilidades comunicativas, y aunque muchos psicólogos juzgan este tipo de comportamiento puesto que alejan al niño de la realidad y lo hacen ver cosas que no "existen" alterando su relación con el mundo "real" y los habitantes reales que en habitan este, yo desde la ignorancia no le veo nada de malo,incluso hace unos años me vi obligado a crear un personaje para rellenar el vacío  que alguien alguna vez dejo, y pese a lo que dicen los psicólogos para mi no ha representado ningún peligro de hecho es el quien me mantiene en la realidad y me ayuda a distinguir entre lo "real" y lo no "real", pero incluso el chocolate mas sabroso termina por acabarse y parece que este personaje ya no esta tan a gusto con migo, esta tarde cuando llegue de la universidad me encontré un escrito que se podría tomar como una carta de despedida, no siendo mas dice así:

poco a poco mi esencia se desvanecerá y se perderá con el resto de sueños no realizados, o quizás tendré un desenlace peor y terminare fundiendo me en uno solo con mi otro yo, ese cuerdo chico que necesita de mi estallar en locura, a donde irán las palabras felices y las sonrisas eternas, aun no lo se solo se que tengo que despedirme para que los dos seamos mas felices, mi vida por su bienestar un precio que cualquiera de los dos estaría dispuesto a pagar.

Un Gato Caminante Mas.